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viernes, 5 de agosto de 2016

Maquinita, Infleta Y Devaluta (PRÓLOGO)

por José Luis Espert.

Conocí a Javier Milei en Abril de de 2015 en oportunidad de dar una conferencia en el Hotel Alvear organizada por la Cámara Internacional de Comercio y Producción (CICyP). Nos confundimos en un gran abrazo a pesar de que no nos conocíamos personalmente y desde ahí hemos sabido cultivar una relación de afecto y mutuo respeto profesional. Podría repetir la misma experiencia y sensación cuando me encontré por primera vez en mi vida con Diego Giacomini hace unos meses. Desde entonces interactúo de manera muy placentera con ambos sobre la coyuntura, cuestiones de política económica, teoría monetaria, del crecimiento económico, etc.

Este nuevo libro de Javier Milei y Diego Giacomini es un conjunto de ensayos sobre una variedad muy importante de temas. La problemática del CEPO lanzado en octubre de 2011 y sus consecuencias en el plano monetario. La discusión sobre el tipo real de cambio de equilibrio. Los desequilibrios monetarios de stocks (el recordado money overhang sobre el cual tanto énfasis han hecho los autores sobre finales del gobierno de Cristina Kirchner en diciembre de 2015) y flujos (particularmente por la emisión monetaria equivalente a 1.2% del PBI debido a las pérdidas del BCRA al mando de Alejandro Vanoli por su operatoria en el mercado de futuros) al inicio del gobierno del Presidente Mauricio Macri. La discusión sobre con qué regla monetaria (monetary o inflation targeting) combatir la inflación a partir del cambio de gobierno.

Y lo fundamental, el eterno y bienvenido retorno de casi todos los trabajos de los autores de la contribución de Milei-Giacomini (junto con Nicolás Federico Kerst) “El Termómetro de Riqueza” que cruza casi todo el libro sirviendo de conexión, hilo conductor y columna vertebral entre los distintos ensayos que lo componen.

De esta manera, el nuevo libro de Milei y Giacomini se nos presenta como un auténtico compendio, con buen desarrollo técnico, de los temas cruciales de política económica que se daban a fines de 2015 cuando la Argentina vivía (y me animaría decir que vive) una situación de crisis latente -que puede ocurrir o no- si tenemos en cuenta que con indicadores similares de atraso cambiario, déficit fiscal, inflación y tarifas de los servicios públicos totalmente desfasadas, en otras oportunidades de nuestro decadente pasado, hubo quiebres de programas económicos que trajeron mucha zozobra a la población.

El Rodrigazo de mediados de 1975, el desordenado fin de La Tablita a principios de 1981, la crisis del gobierno de Alfonsín con Grinspun a mediados de 1985, la crisis del Austral de 1989-1990 y el caótico fin de la convertibilidad de 1991, constituyen ejemplos contundentes de nuestra adicción a la adrenalina de corridas bancarias, cambiarias, defaults y todo tipo de estropicio económico. El libro de Milei y Giacomini, si bien no pretende analizar estas crisis, sí provee el material académico y técnico para poder entenderlas, escudriñarlas, analizaras, pensarlas.

Los dos temas de la macroeconomía que han capturado mi atención desde el punto de vista académico y profesional han sido los problemas fiscales (todas las crisis que Argentina ha vivido en el último medio siglo tiene un origen fiscal) y la volatilidad del tipo real de cambio en las economías emergentes, en particular, obviamente, Argentina.

Sobre el segundo tópico y junto con los profesores Marcelo Dabós y Guido Vignoli, desarrollamos en 2015 un modelo para estimar tipos reales de cambio de equilibrio para Argentina a partir de un estudio econométrico sobre los determinantes del tipo real de cambio de equilibrio en el largo plazo basado en un modelo de variables fundamentales (El “Macroeconomic Balance Approach - del FMI en contraposición con los modelo de Paridad del Poder Adquisitivo –PPP-).

El “Termómetro de Riqueza” de Milei-Giacomini-Kerst, resulta una variación, menos sofisticada econométricamente, pero muy intuitiva en general y más respecto de los modelos del “Macroeconomic Balance Approach”. Porque si bien el Termómetro trabaja bajo el supuesto de un “estado estacionario”, especialmente descartados por los modelo del “Macroeconomic…”, al incorporar la q de Tobin y una función Logit, replican los puntos de quiebre de un programa económico de manera similar a lo que un modelo de “Macroeconomic…” informaría cuando el desalineamiento (misalignment) del tipo real de cambio observado, se aleja en demasía del tipo real de cambio de equilibrio determinado.

Según lo que los propios autores señalan, la idea de desarrollar el Termómetro a partir de la teoría de la “q de Tobin” (valor de mercado de la firma/ el valor de reposición o contable de los activos de la misma) surge por el hecho de que ésta última sintetiza toda la información sobre el futuro que resulta relevante para la toma de decisiones de inversión por parte de los agentes, ya que en el armado de la misma convergen las condiciones de equilibrio tanto del mercado de bienes (los ingresos resultan suficientes para cubrir todos los costos operativos, el fiscal y el del capital) como de capitales (el retorno de los activos se iguala con el costo de oportunidad del capital).

Al mismo tiempo, si uno asume que la economía bajo análisis es abierta y que de largo plazo se cumple la Paridad del Poder de Compra (PPP), a partir de las condiciones de equilibrio en el modelo de la “q” es posible determinar el tipo de cambio de equilibrio, el cual vendrá dado por el salario real (salarios en términos de nivel general de precios) relativo a la productividad del trabajo, el costo de oportunidad del capital (el cual toma al apalancamiento de la economía, la tasa de interés de los EEUU, el riesgo país y la devaluación esperada), la presión fiscal (el gasto público y su eficiencia) y la escala productiva, todo ello en relativo a la economía de referencia (la de la moneda que se compara).

Todo profesional de la Economía que pretenda tener conocimiento acabado de los turning  points que pueden ocurrir cíclicamente en la economía argentina, debería al menos asomarse al conocimiento del Termómetro. Resulta una variación desafiante e interesante al mismo tiempo de lo que la literatura tradicional ha tratado como “modelos de determinación del tipo real de cambio de equilibrio” basado en los “fundamentals” al que Milei y Giacomini llegan partiendo desde una antítesis del “Macroeconomic…” que es la PPP, pero que al incorporarle el mercado de trabajo y otras variables, lo terminan transformando en un modelo similar pero con el agregado de que la función Logit que los autores desarrollan y que nos da la probabilidad de que ocurran la crisis de balanza de pagos que tantas veces ha azotado a nuestra sufrida economía.

El libro de Milei y Giacomini no escatima temas de política monetaria en los cuales meterse. Cuando lo hacen en la discusión sobre qué modelo de política monetaria es mejor para combatir la inflación, no dudan en pronunciarse (acertadamente) en la actuales circunstancias de Argentina, por un “monetary targeting” antes de pasar a “inflation targeting” una vez que el país haya ingresado a un “plató” de inflación baja y estable.

En definitiva, estamos frente a un libro de gran actualidad sobre la economía argentina, escrito con mucha potencia discursiva y rigor técnico. Eso sí, una advertencia. Espíritus keynesianos, abstenerse. No hay lugar para ellos en el Olimpo de los precios relativos de clásicos como Milei y Giacomini. Jugando un poco con las palabras y parafraseando a aquel siniestro General, gran responsable de nuestra decadencia, para ellos, en el libro de Milei y Giacomini, no hay ni justicia.

Ahora sí, a disfrutar de su lectura

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