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jueves, 20 de octubre de 2016

EL BCRA APUNTA A BAJAR LAS EXPECTATIVAS DE INFLACIÓN PENSANDO EN LAS DEMANDAS SALARIALES 2017.

Por cuarto martes consecutivo el BCRA dejó constante la tasa de interés en 26,75% y como resultado de ello (y lo actuado en la semana) la cantidad de dinero se contrajo en (redondeando) -$ 13.000 MM, con lo cual la política monetaria prudente y des inflacionaria sigue su “hoja de ruta”.

Actualmente hay un apretón monetario inédito en la historia. En el acumulado del año la base monetaria se ha reducido un 21% en términos reales. Este apretón monetario, como venimos remarcando desde E&R, no actúa inmediatamente, sino que impacta con rezagos que hay que calcularlos en por lo menos 12 meses.

En este contexto, hay que pensar que la política monetaria prudente de Sturzenegger recién está comenzando a tener efectos. La inflación recién ahora, acercándose fin de año, está comenzando a bajar. Y lo más importante, va a seguir bajando.  De seguir está política monetaria y pensando que lo más probable es que en 2017 haya un aumento de la demanda de dinero, en E&R pensamos que hay altas posibilidades que la meta de inflación del 2017 (17%712%) sea cumplida por debajo de su “techo”.  

El comunicado del Presidente del BCRA fue excelente destacándose entre sus principales mensajes:  

1. La tasa de inflación mensual actual en torno a 1,5% significa que estamos en niveles anualizados del 19,6%. Es decir, después de mucho tiempo la inflación está comenzando a ubicarse por debajo del 20% anual.

2. Explicó que la inflación tarda en domarse. Para esto hizo hincapié en dos fenómenos. Primero, mencionó que La política monetaria opera con 15 meses de rezagos. Segundo, puso como ejemplo los niveles de inflación iniciales de los países que fueron exitosos en la instrumentación del sistema de metas de inflación.

3. Argumento que dado que las expectativas de inflación para el mercado (20%) están 3 puntos porcentuales por encima del techo de la meta (17%) la tasa no se modifica.
               
Lecturas muy importantes se pueden hacer del comunicado de Federico Sturzenegger. Primero y principal, el BCRA de Federico Sturzenegger está a años luz de considerar que la inflación dejó de ser un problema. En este sentido, el presidente del BCRA dejó en claro que la inflación dejará de ser un problema sólo cuando se ubique por debajo del 5% anual; y eso será recién en 2019. Por consiguiente,  para el BCRA la inflación seguirá siendo un problema durante los próximos 3 años[1].

No obstante, el titular del Central dio cuentas que la tasa de inflación está bajando de modo sostenido y con una clara tendencia declinante[2], pero remarcó que las expectativas de inflación del mercado todavía se ubican por encima de la meta de inflación, por consiguiente se decidió no modificar la tasa de interés, esto es, no cambiará el sentido de la política monetaria hasta domar las expectativas. De hecho, en la licitación de ayer el BCRA mostró un fuerte convencimiento en su objetivo, y decidió contraer la cantidad de dinero (haciendo más dura su política respecto a la utilizada en las últimas 7/8 semanas) con tal de doblegar las expectativas.

Sin lugar a dudas, el comportamiento prudente en el manejo de la tasa de interés es extremadamente relevante para lo que tiene que ver con la inflación durante el último trimestre de 2016 y primer semestre de 2017.

En este marco, la autoridad monetaria pareciera decidida a hacer un manejo de tasa de interés que permitiera hacer caer los niveles de inflación mensual por debajo de +1.5% en la primera parte de 2017. En este sentido, hay que recordar que se necesita una inflación promedio mensual de  +1.3% promedio mensual en 2017 para que la inflación interanual de diciembre 2017 se ubique en +16% y se cumpla la meta de inflación.  

En otras palabras, el manejo de la tasa de interés busca bajar las expectativas de inflación de manera que las demandas salariales del próximo año estén en línea con el diseño de la política monetaria y con ello evitar impactos negativos sobre el nivel de empleo (clave en un año electoral). 

En síntesis, el plan monetario es bueno y se viene ejecutando a la perfección. Los resultados de cortísimo plazo (fines de 2016) y de corto plazo (2017) aparecen. Las dudas están en el mediano (2018) y largo (2019) plazo. Pero no son responsabilidad del BCRA, sino irresponsabilidad de la política fiscal.   




[1] Esta visión está en las antípodas de lo expresado por el Ministro de Hacienda Prat Gayt que había señalado que la inflación ya había sido domada.
[2] No obstante la inflación minorista general de octubre 2016 daría +3.0% mensual debido al fallo de la Corte sobre las Tarifas de Gas. 

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