Hoy habrá una nueva licitación de Lebac. Vencerán $ 75.931 millones (13% de la base monetaria). La discusión sobre la tasa de interés vuelve a estar en el centro de la escena. Desde varios sectores, e inclusive desde el ala política del Gobierno, se argumenta que la tasa fijada por el BCRA (37,5%) atenta contra la actividad económica.
El actual nivel de tasas es responsabilidad de Hacienda, que se desentendió del problema de la apertura del cepo cambiario, dejando todo el trabajo "sucio" y "pesado" en cabeza del Banco Central. Abrir el cepo exigía absorber el exceso monetario (llamado "money overhang") heredado, que ascendía a los $ 200.000 millones. Caso contrario, la economía hubiera podido caer en una maxidevaluación con hiperinflación. Si Hacienda hubiera absorbido ese exceso de pesos, con un instrumento de largo plazo ("bono Milei"), hoy habría menos Lebac en el mercado, tasa más baja y mayor actividad. Sin embargo, el ministerio parece haber ignorado el problema del exceso de pesos, y con esto forzó al Central a encarecer "mucho" los costos de financiamiento y colocar Lebac a "mansalva" para absorber ese sobrante de dinero.
Actualmente, hay $ 500.000 millones de letras de deuda del Banco Central. Y sólo en las próximas cuatro semanas vencen $ 267.800 millones (esto es, un 45% de la base monetaria). En este escenario, el Banco Central está obligado a actuar prudentemente absorbiendo dinero "de más" para generarse un "colchón" ante el riesgo que las Lebac no se renueven, lo cual desestabilizaría el mercado monetario haciendo rebotar la inflación (más aún con caída del nivel de actividad que implica menor demanda de dinero). En este marco, el Central ha generado un apretón monetario de casi 20 puntos porcentuales.
Pero sucede que la "elevada" tasa de interés y el apretón monetario de 20 puntos porcentuales no son "gratis". Desde el lado positivo, el apretón asegura que la inflación termine bajando "sí o sí. Desde el lado negativo, aumenta el riesgo de que la recesión se profundice. Si el objetivo es provocar un efecto sobre los precios, el apretón monetario va en buena dirección. No obstante, con baja liquidez las tasas seguirán "elevadas".
Para que la tasa de interés pueda bajar acompañando un (futuro) descenso de la inflación, el Ministerio de Hacienda se tiene que hacer cargo de (parte) de las Lebac desarrollando una ingeniería financiera que el mercado cambie letras del BCRA por bonos del Tesoro de largo plazo, permitiendo cancelar adelantos transitorios (u$s 25.000 millones) y/o letras intransferibles (u$s 67.000 millones) en el activo del BCRA. Este canje debe ser voluntario y los nuevos bonos deben suscribirse con Lebac. Al menos, Hacienda debería limpiar los $ 160.000 millones de Lebac que le pidió al BCRA de emisión monetaria para financiar su exceso de gasto en 2016.
En suma, si Hacienda no le resuelve el problema de las Lebac, existe el riesgo de que el Central no pueda bajar la tasa acompañando el descenso de la inflación; y en consecuencia, se extienda y profundice la recesión. Del otro lado, también existe el riesgo que el BCRA acompañe el descenso de la inflación con una baja de tasa, pero el proceso antiinflacionario termine abortándose. En síntesis, se puede bajar la tasa y reducir la inflación sólo si Hacienda se hace cargo del problema de las Lebac. Y por ahora no hay señales en ese sentido.