DESDOBLAMIENTO CAMBIARIO PARA EL TURISMO EN 2014? VIAJAR Y COMPRAR CON TARJETA AFUERA SERÁ MÁS CARO EN 2014?
Argentina no puede emitir dólares. El mundo es el único proveedor de dólares genuinos que tiene Argentina. Este concepto es fácil de entender por medio del absurdo; si Argentina se cerrara por completo al mundo y el gobierno pagara todas sus obligaciones en divisas con los dólares del Central, las reservas se terminarían inexorablemente acabando. Por el contrario, la caja de dólares aumentará si y sólo el monto de dólares que los residentes extranjeros traen a nuestro país es mayor que los dólares que los argentinos sacamos afuera. O al menos, la caja en dólares tardará más en acabarse cuánto más dólares traigan los extranjeros.
De esta manera, la maximización de la caja de dólares puede darse por medio de dos caminos antagónicos; maximizando la posibilidad que los extranjeros traigan dólares, lo cual es sustentable y promueve la generación de empleo y el crecimiento en el largo plazo; o por el contrario minimizando la posibilidad que los argentinos saquemos dólares, que no es sustentable y atenta contra la generación de empleo y el crecimiento de largo plazo.
Los extranjeros pueden traer dólares netos a través de la IED, préstamos financieros (deuda contraída en los mercados) y préstamos de organismos internacionales. Claramente, las políticas oficiales de aislamiento internacional y de desendeudamiento han minimizado y anulado estas alternativas. Luego, podrían venir dólares netos del exterior si y sólo si las cuentas pagos de intereses y pagos de dividendos y utilidades fueran positivas, lo cual es estructuralmente imposible. En términos estructurales, Argentina siempre va a pagar más intereses, dividendos y utilidades de los que cobra. O sea, las políticas oficiales aplicadas durante los últimos años han minimizado la posibilidad que haya ingresos netos de dólares desde el exterior hacia la nuestra economía.
De hecho, el achicamiento de la balanza de pagos y la falta de ingreso de dólares desde el exterior explican el esfuerzo oficial para implementar los CEDINEs, el BAADE y el acuerdo con Chevron, que pueden ser vistos como “manotazos de ahogados” para que entren algunos dólares a nuestra economía.
En este marco, la política oficial de asilamiento y desendeudamiento, que “pisan” el ingreso genuino de divisas, obligan al gobierno a actuar sobre la minimización de la salida de dólares de los argentinos y conducen a un aumento adicional del achicamiento de la balanza de pagos y a un mayor aislamiento. Justamente, en este marco es que hay que entender el cepo y su esfuerzo para minimizar la fuga de capitales (formación de activos externos) de los privados a través de la cuenta de capital y el pago de dividendos y utilidades de la cuenta corriente de la balanza de pagos.
No obstante el cepo cambairio, la tasa de contracción interanual de caída de las reservas aumentó de -5% (2º Sem’11) a -8%(2012) y -14% (1ºSem’13). En julio 2013 dicha tasa interanual se encuentra en 19.5%. Puntualmente, entre enero’11 (USD52.000 MM) y julio ’13 (USD37.600 MM) las reservas del BCRA acumulan una caída de 28%. La aceleración de la caída de las reservas está mostrando que la diferencia entre los dólares netos que se van y los que entran es cada vez más grande. En la actualidad, los dólares netos se van fundamentalmente por la cuenta servicios (fundamentalmente turismo) y entran por la cuenta mercancías (exportaciones e importaciones) de la cuenta corriente.
En concreto, la caída de reservas se acelera fundamentalmente, porque los dólares netos que se van por cuenta servicios son cada vez más en relación a los dólares netos que entran por cuenta mercancías.
En este marco, de continuar sin cambio la actual política de aislamiento y de desendeudamiento, la única herramienta que tendrá el gobierno para amortiguar la velocidad con la cual se van las reservas será pisar aún más las importaciones y/o actuar sobre la cuenta servicios para reducir los dólares que los argentinos gastamos en el exterior y/o aumentar los dólares que los extranjeros gastan en Argentina.
Las importaciones ya están fuertemente “pisadas” y no hay mucho margen adicional para pisarlas más fuerte, sobre todo por sus elevado costo para la industria y el nivel de actividad global. Además, el margen que tiene para pisarlas no le alcanzaría para solucionar la fuerte aceleración de las tasa de caída de reservas.
Por consiguiente, si el gobierno buscara amortiguar la pérdida de reservas, no habría que descartar la posibilidad que en un futuro las autoridades encarezcan el tipo de cambio y/o suban el impuesto para las compras con tarjetas y/o; establezcan un dólar turista más elevado para los extranjeros de manera de incentivar su ingreso y gasto en el país, lo cual implicaría una oficialización del desdoblamiento cambiario.
En este punto, es importante anticipar cuándo el gobierno podría tomar “cartas en este asunto”. De acuerdo con nuestra opinión, vemos baja probabilidad que se introduzcan cambios en el corto plazo y antes de las elecciones. En 2013 el gobierno seguirá tomando medidas económicas superficiales que apunten a mejorar la “sensación térmica” del nivel de actividad en un año lectoral. Proseguirá apuntalando el consumo con gasto público. Sin embargo, dichas medidas agrandarán los problemas de fondo y aumentarán los desequilibrios macroeconómicos subyacentes, potenciando los problemas (a solucionar) en el largo plazo. En este sentido, la evolución de las reservas del BCRA, que es el mejor termómetro de la fiebre macroeconómica (en aumento) que padece nuestra economía, continuará a la baja.
De acuerdo con nuestras estimaciones, si nada cambiara las reservas del BCRA ascenderían a USD35,300 MM en diciembre 2013, lo cual implicaría una contracción interanual de 22% en relación a fines del año anterior. Es más, si la actual coyuntura internacional (buenos precios de soja) durara todo 2014, sin cambios de política económica, el gobierno encararía el comienzo de su último año de mandato (2015) con probablemente USD26.000 MM de reservas en las arcas del Central. Paralelamente, las base monetaria ascendería aproximadamente $565.000 MM, lo cual implicaría un deterioro de la relación base monetaria/reservas que implicaría un tipo de cambio de cobertura de 21 pesos por dólar; en la actualidad está 8.4 pesos por dólar y cerraría 2013 en torno a los 11.6 pesos por dólares. El marco mayor tipo de cambio de cobertura implicará mayor dólar paralelo y brecha cambiaria, por ende menor crecimiento económico y mayor desempleo. Un tipo de cambio de cobertura de 11.6 (21.1) pesos por dólar implicaría probablemente según nuestras estimaciones un dólar para lelo de entre 11 y 12.5 (20 y 22) pesos por dólar hacia fines de 2013 (2014).
A ciencia cierta, nadie que esté fuera del gobierno puede decir cuando se van a introducir cambios. Muy probablemente, nadie del gobierno tampoco lo sepa. Lo que sí estamos en condiciones de afirmar es que cuanto más tiempo se perpetúen las presentes políticas económicas (fiscal, monetaria, cambiaria y de manejo de reservas), mayores serán los costos de “salida” del actual esquema.
También estamos en condiciones de pensar que lo más probable sería que el gobierne no cambie y sea reticente a adoptar medidas de fondo, quizás duras, para corregir los desequilibrios mientras el Banco Central pueda financiarlos con emisión monetaria o reservas internacionales. No sólo esperamos que el gobierno no cambie, sino que sería muy probable que re doble la apuesta y profundice las políticas actuales.
En este marco, si el gobierno no obtiene existe en traer dólares con los CEDINEs, el bono para YPF o mediante el acuerdo con Chevron, pensamos que lo más probable sería que se profundizaran los controles cambiarios. En este sentido, la profundización que más le sirve a los objetivos del gobierno de disminuir la velocidad con la cual se van los dólares es encarecer el turismo al exterior y las compras con tarjeta fuera del país. En este escenario, probablemente no hay que descartar que haya desdoblamiento cambiario para el turismo en 2014.
¿Cómo funcionaría el desdoblamiento cambiario para el Turismo? Los dólares que el BCRA le compra al tipo de cambio oficial al campo son vendidos a los turistas (pasaporte mediante) a un tipo de cambio superior. Lo mismo para los argentinos que quieren viajar al exterior (pasaporte y papeles ante AFIP mediante). Con esta medida se cumple un doble objetivo. Primero, el BCRA obtiene una ganancia cuasi fiscal (vende el dólar más caro de lo que compra) que luego transfiere al Tesoro para financiar gasto público. Segundo, incentiva el ingreso de turistas y dólares; y desincentiva la salida de dólares argentinos potenciando el turismo doméstico. De esta manera, mejora la cuenta servicios de la balanza de pagos, que en la actualidad es la principal fuente de fuga de reservas del BCRA. Paralelamente, se devalúa el tipo de cambio para compras argentinas en el exterior con tarjetas de crédito, de manera encarecer y desincentivar dichas operaciones con lo cual también se minimiza la salida de dólares por este concepto. Claramente es más de lo mismo. Cada vez peor. Cada vez se acrecientan las inconsistencias y los problemas macro económicos. Sin embargo parece ser el camino más probable. La mejor opción sería otra completamente diferente, un cambio hacia un plan integral de política económica, con cambios profundos de política fiscal, monetaria y cambiaria. Un plan donde primero y antes que nada se ataque la inflación, se fomente la inversión y se baje la presión tributaria al sector privado. El tiempo dirá.
En este marco, si el gobierno no obtiene existe en traer dólares con los CEDINEs, el bono para YPF o mediante el acuerdo con Chevron, pensamos que lo más probable sería que se profundizaran los controles cambiarios. En este sentido, la profundización que más le sirve a los objetivos del gobierno de disminuir la velocidad con la cual se van los dólares es encarecer el turismo al exterior y las compras con tarjeta fuera del país. En este escenario, probablemente no hay que descartar que haya desdoblamiento cambiario para el turismo en 2014.
¿Cómo funcionaría el desdoblamiento cambiario para el Turismo? Los dólares que el BCRA le compra al tipo de cambio oficial al campo son vendidos a los turistas (pasaporte mediante) a un tipo de cambio superior. Lo mismo para los argentinos que quieren viajar al exterior (pasaporte y papeles ante AFIP mediante). Con esta medida se cumple un doble objetivo. Primero, el BCRA obtiene una ganancia cuasi fiscal (vende el dólar más caro de lo que compra) que luego transfiere al Tesoro para financiar gasto público. Segundo, incentiva el ingreso de turistas y dólares; y desincentiva la salida de dólares argentinos potenciando el turismo doméstico. De esta manera, mejora la cuenta servicios de la balanza de pagos, que en la actualidad es la principal fuente de fuga de reservas del BCRA. Paralelamente, se devalúa el tipo de cambio para compras argentinas en el exterior con tarjetas de crédito, de manera encarecer y desincentivar dichas operaciones con lo cual también se minimiza la salida de dólares por este concepto. Claramente es más de lo mismo. Cada vez peor. Cada vez se acrecientan las inconsistencias y los problemas macro económicos. Sin embargo parece ser el camino más probable. La mejor opción sería otra completamente diferente, un cambio hacia un plan integral de política económica, con cambios profundos de política fiscal, monetaria y cambiaria. Un plan donde primero y antes que nada se ataque la inflación, se fomente la inversión y se baje la presión tributaria al sector privado. El tiempo dirá.
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