SI BRASIL DEVALÚA MÁS, LA ARGENTINA NO LO PUEDE "SEGUIR". TAMPOCO LE SERVIRÁ "SEGUIRLO".
EL real brasilero cotiza a 2.43
por dólar. Brasil devaluó un 20% en lo que va del año. Ante la devaluación de Brasil, muchos actores de la economía nacional
“piden” que el peso argentino “copie” la devaluación del real.
El ajuste del tipo de cambio de Brasil no es un fenómeno aislado, sino
que por el contrario es un fenómeno regional. Todos los tipos de cambio nominales de la región se están depreciando
contra el dólar. El peso uruguayo y el peso chileno se han depreciado 17% y
9%; respectivamente.
¿El peso argentino puede seguir la devaluación del real brasilero? Brasil
aplica un programa de metas de inflación, lo cual implica que hay un máximo
tolerado de inflación y toda la política
monetaria y cambiaria se subordina a dicho objetivo. En ese marco, el tipo de
cambio de Brasil se mueve en forma totalmente diferente al tipo de cambio en
Argentina. El tipo de cambio nominal se aprecia y se deprecia fuertemente en
Brasil, fenómeno que no sucede en Argentina, dónde el tipo de cambio nominal
sólo se deprecia en forma constante. Además, Argentina tiene inflación de dos
dígitos hace 8 años, mientras que el aumento de los precios de Brasil siempre
se ha ubicado por debajo del 6% anual en el mismo período.
En otras palabras, tanto las políticas monetarias y cambiarias
como los resultados en materia de inflación son diametralmente opuestos en
Argentina y Brasil. Brasil tiene
inflación mucho más baja y volatilidad del tipo de cambio mucho más alta que
Argentina, por lo cual devalúa sin generar inflación doméstica. En el mismo
sentido juegan los hechos que Brasil tenga menor penetración de de las importaciones
en el entramado productivo y mayor capacidad de sustituir bienes importados por
nacionales que Argentina. Paralelamente, Brasil tiene expectativas
inflacionarias mucho más bajas que Argentina, lo cual contribuye a que esa
devaluación se traslade poco o nada a precios. En pocas palabras, la devaluación de Brasil se traslada a precios mucho menos que la devaluación argentina.
Si en la Argentina actual el tipo de cambio nominal se
depreciara con la misma fuerza que en Brasil, nuestra inflación doméstica se
aceleraría inmediatamente (no en Brasil) y el tipo de cambio real contra Brasil
muy probablemente se apreciaría aún más fuerte que en la actualidad. O sea, a Argentina no le terminaría sirviendo devaluar lo mismo que Brasil.
¿Dónde está parado el tipo de
cambio real entre Argentina y Brasil? En la
actualidad el tipo de cambio real (1.49) entre Argentina y Brasil se encuentra se
encuentra un 5% más apreciado que en su mínimo histórico correspondiente al
primer trimestre de 2003 (1.57). Si la comparación se realiza con respecto a
hace un año atrás (1.67), estamos un 10% más apreciado que hace un año (1.67). O sea, Argentina pierde competitividad tipo de cambio frente a Brasil.
Esta apreciación del peso argentino con respecto al real brasilero aconteció a
pesar de que Argentina (20%) devaluó más que Brasil (18%) en términos nominales.
Este comportamiento del último año muestra que Argentina pierde competitividad
por tipo de cambio real contra Brasil por más que devalúe más que Brasil.
Es más, los datos que van desde 2003 hasta 2013 muestran lo mismo: Argentina pierde competitividad contra Brasil por más que devalúe más que Brasil.
En los últimos 10 años el tipo de cambio nominal de Argentina
con Brasil más que se duplicó, a nuestro favor, pasando del 1 a 1 (agosto’03) al 2.3 a 1 (agosto’13)
pesos por dólar. Sin embargo, el tipo de cambio real se apreció un 16% en el mismo período; de 1.78 (agosto’03) a 1.49 (agosto’13) pesos por reales; perdimos competitividad precio. ¿Cómo puede ser? La inflación acumulada en Argentina (+384%) más
que quintuplicó el aumento de precios en Brasil (71%) en el mismo período.
En pocas palabras, Argentina no ganará competitividad real
contra Brasil aplicando una mayor devaluación nominal que nuestro país vecino. Las políticas aplicadas durante los últimos
10 años nos han dejado sin el tipo de cambio como instrumento de política
económica. Por el contrario, Brasil
tiene muchos más grados de libertad para utilizar el tipo de cambio como
instrumento de política económica.
En este contexto, la
competitividad del tipo de cambio frente a Brasil sigue dependiendo de factores
exógenos que no manejamos. Esos factores exógenos jugaron a favor y permitieron
que Argentina, aún con inflación, tuviera un tipo de cambio real competitivo
frente a Brasil en 2006/2007 y en 2010/2012. Ahora esos factores exógenos
juegan en contra y nuestra moneda se aprecia aceleradamente en términos reales.
Nuestras políticas nos dejaron sin instrumentos de respuesta. Estamos pagando el costo de haber siempre y sólo devaluado el peso durante la última década. El dólar pasó de 2.9 (agosto'03) a 5.6 (agosto'13) pesos argentinos. Estamos pagando el costo de no habernos preocupado nunca de la inflación. Entre agosto'03 y agosto'13 hubo +384% de inflación en Argentina.
La única
alternativa que tenemos para ganar competitividad en términos reales frente a
Brasil es que el real vuelva a apreciarse nominalmente frente al dólar, lo cual
luce muy poco probable.
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