La primera aparición pública del nuevo Jefe de Gabinete tuvo perfil de economista. La defensa del modelo, la flotación administrada del dólar y las
metas de la balanza comercial fueron los ejes de sus primeras declaraciones como
Jefe de Ministros. Además, subrayó que se trabajará para aumentar el empleo, la
producción y las exportaciones. Paralelamente, fue preciso en aclarar que no habrá "anuncios
grandilocuentes", pero sí "mucha eficacia" en la gestión. Hizo
hincapié en las economías regionales y dijo “buscar precios razonables y justos
para el consumidor, enfocándonos en la cadena de valor (por expresa instrucción
de la Presidente de La Nación”.
Particularmente en lo referido al dólar, consideró que “es mucho más importante para los
argentinos tener un insumo esencial para el desarrollo de la cadena productiva
de carácter industrial, que promueva exportaciones y empleo, que comprar un
auto lujoso que pueda satisfacer la apetencia de alguna persona”. Más
precisamente sobre el sistema de tipo de cambio en si; Capitanich dijo que “se
continuará con el sistema de tipo de cambio flotante administrado con
intervención del Estado”.
Todos los comentarios “económicos”
de Jorge Capitanich están en línea con los pensamientos
teóricos de Axel Kicillof, lo cual puede ser interpretado como una señal de coordinación entre los nuevos funcionarios. Justamente, la existencia de coordinación sería un hecho positivo, ya que la
descoordinación de la política económica fue hasta ahora uno de los puntos débiles del gobierno de CFK.
La designación de Kicillof debe interpretarse como una
señal tendiente a una intensificación del sesgo altamente intervencionista del
actual rumbo de la política económica. En este
sentido, hay que recordar que el nuevo Ministro siempre dijo “qué las crisis económicas se solucionan con más Estado”[1]. El
nuevo Ministro siempre ha defendido férreamente la industrialización como único
camino posible para un desarrollo exitoso. Es más, siempre sostuvo que “la planificación desde el Estado, dirigiendo
los recursos hacia el desarrollo productivo, es la única herramienta que
funciona en el mediano y largo plazo”[2].
En cuanto al dólar, el
pensamiento del nuevo Ministro de Economía se encuentra en línea con el mensaje
de Capitanich, que remarcó que “no habrá anuncios grandilocuentes” en materia
cambiaria.
El nuevo Ministro de Economía no cree en que el tipo
de cambio pueda aportar soluciones (mágicas) al modelo económico actual. De hecho, a fines de 2010[3]
escribió “que el esquema basado en el
tipo de cambio alto como instrumento de crecimiento ya dio buena parte de sus
frutos”. En este punto, Kicillof explica que apreciar y devaluar no son caminos convenientes para darle
continuidad al elevado crecimiento con mejoras salariales”. Para Axel, la
apreciación cambiaria puede ayudar a detener la inflación, pero al costo de
hundir al sector productivo y al empleo. Según él, “la apreciación cambiaria es un gran negocio financiero y es recesiva”.
Sin embargo, al
mismo tiempo aclara que “el camino de la
devaluación probablemente tampoco sea efectivo para extender la protección
cambiaria ya que, a diferencia de 2002, no tardará en trasladarse a precios y de
ahí, mientras se mantenga el empleo elevado, a salarios y costos” [4].
En pocas
palabras, Kicillof concluye que
Argentina enfrenta un dilema cambiario: la apreciación es recesiva y la
devaluación –sin retenciones variables–, inflacionaria. Axel Kicillof estaría en contra de
devaluación porque afecta negativamente los salarios de los trabajadores tanto
en términos de dólar como de poder adquisitivo. En septiembre de 2011[5]
escribía “para los defensores del tipo de cambio real elevado y estable sería necesario
implementar una devaluación que permitiera recuperar la competitividad
rápidamente. Es decir, lisa y llanamente reducir los salarios, tanto en dólares
como en poder de compra. Sin embargo,
como reconocen la existencia de un mercado de trabajo fortalecido y de una
clase obrera que, en consecuencia, ha recuperado buena parte de su poder de
negociación, el aumento del tipo de cambio nominal debería ser acompañado por
una serie de medidas contractivas que neutralizaran el impulso inflacionario de
la devaluación”.
¿Cómo soluciona Axel Kicillof este dilema? A fines de 2010 escribía[6]: “se llegó al límite de las posibilidades de
sostener un crecimiento acelerado en base a medidas eminentemente
macroeconómicas” y la “la única
salida es la planificación del Estado”. En este sentido explica que “todas las experiencias exitosas de
desarrollo tardío en la historia del capitalismo mundial estuvieron precedidas
por políticas explícitamente destinadas a fomentar determinados sectores
mediante una amplia batería de medidas de promoción”[7].
Para Axel Kicillof la solución pasa por profundizar el
modelo que “consiste
en avanzar con prisa y sin pausa hacia la consolidación del proceso de
industrialización que comenzó a asomar en la Argentina desde 2003”[8].
Según él, profundizar el modelo implica “emplear
todos los medios e instrumentos de la política económica e industrial para
consolidar el proceso de industrialización, de sustitución de importaciones y
de avance en la diversificación y crecimiento de las exportaciones, con el objetivo
irrenunciable de sostener elevados niveles de empleo y una mejora en las
condiciones de vida de los trabajadores que resulte sostenible en el tiempo”.
¿Cómo se logra la profundización del modelo para Axel?[9]
Según el nuevo Ministro de Economía “debe articularse una nueva forma de la
diferenciación cambiaria que no sólo sostenga la protección a la industria
sustitutiva sino que además establezca un tipo de cambio exportador más alto
para ciertos sectores de la industria”. Sin embargo, aclara que se debe “evitar incentivar las exportaciones con
herramientas horizontales como el Tipo de cambio real elevado”
[3] Ver Teorema Cambiario, Nota de Opinión publicada en Cash
de Página 12 el 19 de diciembre 2010.
[4] Ver Teorema Cambiario, Nota de Opinión publicada en Cash
de Página 12 el 19 de diciembre 2010.
[5] Ver Falso; Nota de Opinión publicada en Cash de Página 12
el 11 de septiembre de 2011.
[6] Ver Teorema Cambiario, Nota de Opinión publicada en Cash
de Página 12 el 19 de diciembre 2010.
[7] Ver Teorema Cambiario, Nota de Opinión publicada en Cash
de Página 12 el 19 de diciembre 2010.
[8] Ver Falso; Nota de Opinión publicada en Cash de Página 12
el 11 de septiembre de 2011.
[9] Ver Falso; Nota de Opinión publicada en Cash de Página 12 el 11
de septiembre de 2011.
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