Primero se falseó la inflación.
Como consecuencia de ello, se minimizó la pobreza y la indigencia. Más tarde se truchó el déficit fiscal. Y posteriormente, el crecimiento y la tasa de
desempleo. El último y nuevo eslabón de esta cadena de mentiras son las
reservas. En 2014 el BCRA comenzó a falsear la información pertinente al stock
de sus reservas. No es nada nuevo; es lo mismo de siempre. Cuando un dato de la
realidad no le gusta al gobierno, en lugar de atacar las causas del problema, el gobierno opta hacer otra cosa: escoge adulterar o falsear los números para disfrazar la realidad.
Actualmente, el Banco Central está sobre dimensionando
artificialmente el stock de sus reservas para prevenir una corrida; y así
intentar preservar la actual estabilidad financiera para poder llegar
con gobernabilidad y poder hasta 10 de diciembre próximo.
Puntualmente, el maquillaje de reservas se potenció el
año pasado cuando se activó el swap de monedas con China. también se empezó a contabilizar
como reservas el pago de la deuda a bonistas que por razones legales no pudo ser cobrado por los acreedores. Es decir, se contabilizan como reservas activos que no son propiedad del BCRA.
Concretamente y en números, el
swap con China y el nuevo default con los bonistas generan actualmente un
maquillaje de las reservas del orden del 16%, ya que permiten contabilizar como reservas usd3.100 MM (swap China) y usd1.300 MM (bonos en default) que en
realidad no son activos del BCRA. Restando ambos conceptos las reservas
caen de usd31.229 MM a usd26.874 MM.
Además, si a este monto le restamos la deuda contingente
con i) el Bank for International
Settlements (BIS), el banco de Francia (usd 1.500 millones) y también ii) los depósitos
en dólares del público que se encuentran encajados en un 100% en la cuenta
corriente que lo bancos tienen en el BCRA, las
reservas liquidas en dólares que efectivamente son activo del BCRA ascienden tan
sólo a usd 16.366 millones a fin de 2014. Es decir, con el paso del tiempo
las reservas del Banco Central no solo se reducen en monto, sino en calidad de
las mismas.
Las consecuencias de la caída y
el deterioro de las reservas se magnifican porque Argentina no tiene acceso al
crédito y por ende paga con reservas su deuda pública nominada en moneda dura.
Es decir, en el marco de la política oficial de desendeudamiento, la caída y
deterioro de las reserva afecta negativamente las capacidad de pago futura de
las obligaciones soberanas; de ahí la importancia de acordar con los hold outs,
normalizar toda la deuda y poder volver a tener acceso al crédito internacional
(como todos los países normales del mundo).
Concretamente, a fin de 2014 las reservas liquidas solo
alcanzan para afrontar poco más de un año y medio (1,6) de servicios de deuda
pública nominada en moneda extranjera, cuando en 2008 las reservas liquidas
alcanzaban para solventar 5 años de intereses y amortizaciones de deuda pública
nacional en moneda extranjera.
¿Por qué restamos estos cuatro
conceptos de las reservas del Central?
- Swap chino: El convenio de intercambio de monedas permite elevar de manera artificial y transitoria el valor de las reservas ya que los yuanes recibidos ahora, son a cambio de futuras exportaciones de soja que nuestro socio comercial nos las abonara con Pesos Argentinos obtenidos del intercambio. Además este endeudamiento en yuanes vence en un plazo de 12 meses y conjuntamente implica un costo financiero no menor (rondaría los usd 250 millones).
- Bonos en default: Computar como
reservas de libre disponibilidad un dinero que ya tiene fijado un fin
especifico, cumplir nuestros compromisos con los acreedores que ingresaron
al canje de los años 2005 y 2010, desfigura la real solvencia del Central.
- Pasivos BIS, Banco de Francia y
otros: Incluir en las reservas activos generados por endeudamiento de
corto plazo con entidades multilaterales de crédito es otro mecanismo de
elevar ficticiamente las reservas y que inmoviliza otros activos del
Central en concepto de garantía del préstamo.
- Encajes cajas de ahorro en dólares: Incluir como reservas liquidas encajes por depósitos en moneda extranjera puede ser razonable en una economía estable que no afronta una crisis de balanza de pagos y cepo cambiario. Informarse sobre el real valor de las reservas ante una eventual corrida de depósitos en dólares (la mayoría en cajas de ahorro) es una prueba acida importante para conocer la real solvencia de la máxima entidad monetaria de la Argentina.
¿Porque nos quedamos sin
reservas?
Principalmente porque el gobierno
nacional las utilizó para pagar la deuda pública en el marco de una mal
denominada “política de desendeudamiento”. Hay que tener en claro que esta
política no desendeudó al sector público nacional (SPN), sino que sólo cambio
de prestamista. Se prefirió deberle al BCRA, generando fuertes problemas
monetarios, financieros y económicos, en lugar de hacer lo que hacen todos los
países del mundo: concurrir al mercado de capitales para financiar
infraestructura y re financiar deuda. Es más, con la mal llamada política de
des endeudamiento, la deuda pública bien medida
del gobierno nacional continuó aumentando, vis a vis con el incremento
del déficit fiscal.
Las cifras son elocuentes, el gobierno nacional gastó (utilizó)
reservas liquidas del BCRA por usd 54.091 millones entre 2003 y 2014. A
cambio de este préstamo en dólares, el BCRA ya suma títulos públicos en cartera
por usd 56.309 millones; cuando tenía solo usd 2.655 millones en el año 2002. Es
decir, con la política oficial de des endeudamiento el gobierno nacional
deterioró fuertemente el activo del BCRA, obligándole a cambiar usd54.000 MM de
dólares por usd54.000 MM de papelitos que no cotizan en mercado y son
intransferibles. Es más, poniéndolo en números, sin política
oficial de desendeudamiento las reservas observadas del BCRA sumarían
actualmente usd 89.176 millones
Sin embargo, el gobierno nacional no sólo avanzó sobre el activo del BCRA sino que
también agrandó exponencialmente su pasivo, deteriorando el patrimonio neto de la
autoridad monetaria.
El avance del gobierno nacional sobre el pasivo del BCRA se materializó a través del señoreaje, es decir la emisión monetaria “por cuenta y orden” del gobierno nacional destinada a financiar el exceso de gasto público. En este marco, el stock de deuda en adelantos transitorios del BCRA pasó de usd 2.500 millones a usd 29.402 millones (valorizados al tipo de cambio oficial) entre 2003 y 2014. Sumando ambos conceptos, la deuda del SPN con el central ya alcanza los usd 85.172 millones de dólares al cambio oficial.
En definitiva, la inflación, los problemas cambiarios, la pérdida de reservas y el deterioro del balance del BCRA tienen el mismo origen: la política fiscal ultra expansiva del SPN y la mal llamada política de des endeudamiento. Para el 2015 no esperamos una moderación en este sentido. Todo lo contrario, Proyectamos una profundización del déficit, más señoreaje y fuertes pagos de deuda soberana con reservas (BODEN en octubre). En este contexto, los problemas se profundizarán, más allá que las autoridades procuren disimularlo. El maquillaje de las reservas irá en aumento.
Muy buena tu explicacion, comprendi mejor los conceptos q en cronica y analisis de Massot y Monteverde. Felicitaciones
ResponderEliminarmuy bueno...
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