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jueves, 29 de noviembre de 2012

ARGENTINA VA A CONTRAMANO DE LOS PAÍSES DE LA REGIÓN

Argentina pierde reservas desde 2010. Al mismo tiempo, el balance del BCRA se deteriora. Es decir, el balance de nuestro Banco Central tiene cada vez más deuda (pasivo) y menos activos monetarios; Cada vez hay más billetes y monedas de pesos, pero menos dólares, deteriorándose la cobertura de nuestra base monetaria.
La teoría económica y la evidencia empírica avalan la postura que sostiene que no es necesario que la base monetaria de un país cetral tenga respaldo en divisas. Sin ir más lejos, EEUU es el ejemplo paradigmático en este sentido. De hecho, luego de la crisis de Lehman Brothers la Reserva Federal expandió su base monetaria casi 300% y nunca a nadie se le ocurrió preguntar por sus reservas en oro. Pero este es el punto fundamental. La cobertura de la base monetaria es función de la demanda de dinero. Cuanto más sólida sea la demanda de dinero, menor tendrá que ser la cobertura. En el extremo si la demanda de dinero tendiera al infinito, no haría falta ninguna cobertura. Justamente, este sería el caso de EEUU, cuya demanda de dinero tiende hacia el infinito en épocas de gran turbulencia económica mundial, porque todos los agentes económicos se refugian en el dólar.
En las antípodas se encuentra el caso argentino que tiene cinco cambios de signo monetarios, dos hiperinflaciones, la quita de 13 ceros a su moneda y el quebranto de la Convertibilidad en los últimos 40 años. La demanda de dinero en Argentina es muy débil, por ende sí es importante que haya cobertura de la base monetaria.
Además, para el caso de los países emergentes, la acumulación de reservas sirve de “seguro” para amortiguar los efectos negativos de las crisis internacionales, o el impacto nocivo de una reversión de los términos de intercambio. En este sentido, la acumulación de reservas es un instrumento funcional a las políticas contracíclicas.
A su vez, la acumulación de reservas también contribuye positivamente a que los programas de metas de inflación logren los resultados previstos, permitiendo bajas expectativas y niveles inflación, que son fundamentales para la inversión, acumulación de capital y la tasa de crecimiento de largo plazo.
En este marco, todos los países de la región han aprovechado el favorable contexto internacional, que se caracteriza por precios de commodities históricamente  elevados y fuerte IED en la región, acumulando reservas durante los últimos años. De hecho, todos los bancos centrales de la región experimentaron un aumento de sus reservas en torno al 6% / 25% en el último año. Puntualmente, el caso  extremo es el de Perú, en donde las reservas aumentaron 25% en los últimos 12 meses. Por el contrario, Argentina es el único país de la región cuyo banco central pierde reservas: -9% en doce meses.
¿Por qué Argentina pierde mientras todos los países de la región ganan reservas? Este comportamiento diferencial de las reservas en Argentina es consecuencia de las inconsistencias de nuestra política económica. Las reservas se fugan porque aplicamos una política económica no sustentable.
Los países de la región que le prestan atención a la inflación, hacen políticas contra-cíclicas: Ahorran en épocas de “vacas gordas” y son cuidadosos a la hora de gastar en épocas de “vacas flacas”. Paralelamente, son prudentes con el manejo del ritmo de expansión monetaria y de la política cambiaria, que utilizan para amortiguar las oscilaciones del nivel de actividad y la inflación.
En Argentina se hace todo lo contrario. Se ignora la inflación y siempre se aplican políticas desmedidamente expansivas, tanto fiscales como monetarias.  En Argentina se hace política fiscal permanentemente expansiva, financiada desde 2012 sólo con emisión monetaria, con un Banco Central que emite al 37% inter anual, en un marco de 25% de inflación (según Congreso) y tipo de cambio cuasi fijo. Además, se pagan vencimientos de deuda (un flujo) con reservas (stock finito). El resultado es pérdida de reservas y deterioro de la cobertura de la base monetaria.
Lógicamente, en la región sucede lo opuesto. Emiten poco dinero y se acumulan reservas, la cobertura del pasivo monetario aumenta. En el gráfico 10 se aprecia como la cobertura de la base monetaria mejoró en todos los países de la región durante los últimos 12 meses. Argentina es la única excepción. 

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