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jueves, 1 de noviembre de 2012

EL CRECIMIENTO “NO VUELVE” EN EL 

TERCER TRIMESTRE 2012.


En línea con la desaceleración estructural de la tasa de crecimiento, los datos de nivel de actividad económica de septiembre y tercer trimestre 2012 muestran que la desaceleración continúa y que en la actualidad la economía argentina se encuentra cercana al estancamiento.

De acuerdo con nuestras estimaciones del ISAE E&R, en septiembre 2012 el nivel de actividad económica habría experimentado un crecimiento interanual de 0.7% (y/y), confirmando que la sostenida tendencia de des aceleración económica iniciada hace 18 meses continúa firme.

Los datos trimestrales re confirman la desaceleración. El crecimiento del tercer trimestre 2012 habría ascendido a 1.7% anual en relación al mismo período del año anterior, lo cual implica una importante desaceleración con respecto a la expansión interanual del nivel de actividad registrado en el segundo (+2.8%) y primer (+4.9%) trimestre de este año. A su vez, en términos des estacionalizados el crecimiento de septiembre ascendió a 0.4% con respecto al mes anterior y 0.6% con respecto al mismo período de 2011.


A nivel sectorial, el estancamiento se explica fundamentalmente por el débil comportamiento de la industria y la construcción, que muestran comportamientos negativos tanto a partir de los datos oficiales como privados. Teniendo en cuenta ambos tipos de estadísticas y sintetizando, tanto la industria como la construcción muestran significativas caídas interanuales tanto en relación al mismo mes del año anterior como en el acumulado del año.    

El consumo es más dinámico que la industria y la construcción. Las ventas en shoppings valuadas en términos reales (ajustadas por la inflación relevante) crecieron 6% y 2% (y/y) en septiembre 2012 y en el acumulado de los primeros nueves meses del año; respectivamente. Paralelamente, las ventas en supermercados (bienes de primera necesidad como alimentos) aumentaron 4% y 3% en los mismos períodos; respectivamente. Sin embargo, según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que mide las ventas en comercios medianos y chicos, los volúmenes de ventas minoristas cayeron -4.6% (y/y) en septiembre 2012.

Es decir, las ventas en grandes centros comerciales y en mega supermercados se están comportando mejor que las ventas en pequeños comercios. Este comportamiento diferencial entre comercios grandes y pequeños muestra que la inflación está impactando sobre los consumidores, que compran bienes en los grandes centros de compra e hipermercados (que ofrecen promociones y descuentos)  de manera de compensar la pérdida de poder adquisitivo ante la aceleración inflacionaria.

El hecho que el consumo tenga un comportamiento más dinámico que la industria y construcción constituye una luz amarilla en términos de presiones inflacionarias macroeconómicas, ya que reflejaría que la demanda agregada estaría creciendo más que la oferta.

El mayor dinamismo de la demanda en relación a la oferta agregada sería consecuencia del exceso de liquidez que hay en el mercado, que surge de la combinación de un BCRA expandiendo la cantidad de dinero a un ritmo del 32%/35% anual y del cepo cambiario. Con cepo cambiario el exceso de emisión monetaria del BCRA queda en el mercado y va contra bienes de consumo (no inversión), alimentando la aceleración inflacionaria futura. De hecho, las mediciones de expectativas de inflación a doce meses de la UTDT han aumentado 6 puntos porcentuales en lo que da de este año, pasando de 28.9% (enero’ 12) a 34.9% (septiembre’12).

La inflación es función de las expectativas inflacionarias, que aumentan en función del exceso de emisión,  y del exceso de crecimiento de la demanda por sobre la  oferta agregada. La inflación baja principalmente si las expectativas inflacionarias se reducen y en menor medida si no hay exceso de demanda. Las expectativas de inflación bajan si y sólo si la gente cree que el gobierno está interesado en bajar la inflación. La gente cree que el gobierno está interesado en bajar la inflación si y sólo si percibe que el BCRA va a reducir la velocidad de emisión monetaria y va a crear dinero a un ritmo más en línea con el ritmo de aumento de la producción de bienes.

La actual (profundización) política económica impactaría acelerando el aumento del nivel general de precios un par de puntos porcentuales, ya que las expectativas de inflación muy probablemente se acelerarían y la demanda crecería más fuertemente que la oferta agregada. De acuerdo con nuestro análisis, el ritmo de emisión monetaria continuaría sin variantes o probablemente se aceleraría, por lo que habría que descartar una reducción de las expectativas  de inflación y una desaceleración del ritmo de crecimiento de los precios. El cepo cambiario continuaría sin variantes o se intensificaría aún más, por lo que la demanda  seguiría creciendo a un ritmo superior a la oferta.

En un escenario de aceleración inflacionaria e inversión insuficiente, en el corto y mediano plazo sería muy difícil que se consolidara un fuerte cambio de tendencia del nivel de actividad, impidiendo que la economía volviera a crear puestos de trabajo en un marco de fuerte crecimiento económico. Lo más probable sería que no hubiera sustanciales cambios con respecto a la tasa de crecimiento y que lo más probable sería que sólo tuviera lugar un tenue repunte del nivel de actividad que vendría de la mano de Brasil, permitiendo pasar de crecer de 2.6% (2012) a 3.4% (2013). 






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