TERCER TRIMESTRE 2012.
En línea con
la desaceleración estructural de la tasa de crecimiento, los datos de nivel de actividad económica de septiembre y tercer trimestre
2012 muestran que la desaceleración continúa y que en la actualidad la economía
argentina se encuentra cercana al estancamiento.
De acuerdo con
nuestras estimaciones del ISAE E&R, en septiembre 2012 el nivel de
actividad económica habría experimentado un crecimiento interanual de 0.7%
(y/y), confirmando que la sostenida tendencia de des aceleración económica iniciada
hace 18 meses continúa firme.
Los datos trimestrales re confirman la
desaceleración. El crecimiento del tercer
trimestre 2012 habría ascendido a 1.7% anual en relación al mismo período del
año anterior, lo cual implica una importante desaceleración con respecto a la
expansión interanual del nivel de actividad registrado en el segundo (+2.8%) y
primer (+4.9%) trimestre de este año. A su vez, en términos
des estacionalizados el crecimiento de septiembre ascendió a 0.4% con respecto
al mes anterior y 0.6% con respecto al mismo período de 2011.
A nivel
sectorial, el estancamiento se explica
fundamentalmente por el débil comportamiento de la industria y la construcción,
que muestran comportamientos negativos tanto a partir de los datos oficiales
como privados. Teniendo en cuenta ambos tipos de estadísticas y sintetizando, tanto la industria como la construcción
muestran significativas caídas interanuales tanto en relación al mismo mes del
año anterior como en el acumulado del año.
El consumo es más dinámico que la industria y la
construcción. Las ventas en shoppings valuadas en
términos reales (ajustadas por la inflación relevante) crecieron 6% y 2% (y/y)
en septiembre 2012 y en el acumulado de los primeros nueves meses del año;
respectivamente. Paralelamente, las ventas en supermercados (bienes de primera
necesidad como alimentos) aumentaron 4% y 3% en los mismos períodos;
respectivamente. Sin embargo, según la Confederación Argentina de la Mediana
Empresa (CAME), que mide las ventas en comercios medianos y chicos, los
volúmenes de ventas minoristas cayeron -4.6% (y/y) en septiembre 2012.
Es decir, las
ventas en grandes centros comerciales y en mega supermercados se están
comportando mejor que las ventas en pequeños comercios. Este comportamiento
diferencial entre comercios grandes y pequeños muestra que la inflación está
impactando sobre los consumidores, que compran bienes en los grandes centros de
compra e hipermercados (que ofrecen promociones y descuentos) de manera de compensar la pérdida de poder adquisitivo
ante la aceleración inflacionaria.
El hecho que el consumo tenga un comportamiento más
dinámico que la industria y construcción constituye una luz amarilla en
términos de presiones inflacionarias macroeconómicas, ya que reflejaría que la demanda agregada estaría creciendo más
que la oferta.
El mayor dinamismo de la demanda en relación a la
oferta agregada sería consecuencia del exceso de liquidez que hay en el
mercado, que surge de la combinación de un BCRA expandiendo la cantidad de
dinero a un ritmo del 32%/35% anual y del cepo cambiario. Con cepo cambiario el exceso de emisión monetaria del BCRA queda
en el mercado y va contra bienes de consumo (no inversión), alimentando la
aceleración inflacionaria futura. De hecho, las mediciones de expectativas de
inflación a doce meses de la UTDT han aumentado 6 puntos porcentuales en lo que da de este año, pasando de 28.9%
(enero’ 12) a 34.9% (septiembre’12).
La inflación
es función de las expectativas inflacionarias, que aumentan en función del
exceso de emisión, y del exceso de
crecimiento de la demanda por sobre la oferta
agregada. La inflación baja principalmente
si las expectativas inflacionarias se reducen y en menor medida si no hay
exceso de demanda. Las expectativas
de inflación bajan si y sólo si la gente cree que el gobierno está interesado
en bajar la inflación. La gente cree
que el gobierno está interesado en bajar la inflación si y sólo si percibe que
el BCRA va a reducir la velocidad de emisión monetaria y va a crear dinero
a un ritmo más en línea con el ritmo de aumento de la producción de bienes.
La actual (profundización) política económica
impactaría acelerando el aumento del nivel general de precios un par de puntos
porcentuales, ya que las expectativas de
inflación muy probablemente se acelerarían y la demanda crecería más
fuertemente que la oferta agregada. De acuerdo con nuestro análisis, el ritmo
de emisión monetaria continuaría sin variantes o probablemente se aceleraría,
por lo que habría que descartar una reducción de las expectativas de inflación y una desaceleración del ritmo
de crecimiento de los precios. El cepo cambiario continuaría sin variantes o se
intensificaría aún más, por lo que la demanda
seguiría creciendo a un ritmo superior a la oferta.
En un
escenario de aceleración inflacionaria e inversión insuficiente, en el corto y
mediano plazo sería muy difícil que se consolidara un fuerte cambio de tendencia
del nivel de actividad, impidiendo que la economía volviera a crear puestos de
trabajo en un marco de fuerte crecimiento económico. Lo más probable sería que
no hubiera sustanciales cambios con respecto a la tasa de crecimiento y que lo
más probable sería que sólo tuviera lugar un tenue repunte del nivel de
actividad que vendría de la mano de Brasil, permitiendo pasar de crecer de 2.6%
(2012) a 3.4% (2013).
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