La teoría económica no ha desarrollado un estudio acabado de como puede reaccionar una macro economía frente a un problema de salud de un presidente. Hay un cúmulo de variables relacionadas con el problema de la enfermedad que la teoría es incapaz de captar: sucesión en el mando, mecanismo institucionales, situación en el partido político gobernante, etc. Con un ejemplo es fácil de entender. La reacción de los mercados y de la macro economía puede ser diferente si ante la enfermedad de un determinado presidente hay vice presidente o no hay, si el vice presidente es bien visto o mal visto por los mercados, si el partido gobernante tiene claramente un hombre en la línea sucesoria o por el contrario no lo tiene.
En cuanto al tipo de cambio, la teoría económica sólo puede explicar su comportamiento en el largo plazo. Ese comportamiento va a responder principalmente a las polìticas fiscales y monetarias que se apliquen. A la inflación y a las tasas de interés. Por el contrario, la teoría económica puede decir muy poco o casi nada con respecto al comportamiento del tipo de cambio en el corto plazo. Mucho menos sabe la forma en la cual el estado de salud de un presidente puede impactar sobre el tipo de cambio.
El tipo de cambio paralelo va a subir de aquí a fin de año porque el BCRA va a tener que emitir pesos en forma importante para financiar al Tesoro; esta es la época del año en la cual tiene que empezar a emitir más. El dólar paralelo y la brecha cambiaria van a subir porque en nuestra economía cada vez va a haber más pesos y menos dólares, no por la enfermedad de la presidente. Si el BCRA sigue emitiendo pesos y perdiendo reservas, el tipo de cambio de cobertura (ratio base monetaria / reservas) sube, lo cual conlleva a un aumento del dólar paralelo. Ambos van de la mano; independientemente del actual estado de salud de la presidente; más allá su salud sea de hierro o tenga un estado delicado. En la actualidad el tipo de cambio de cobertura del BCRA está en 9.5 pesos por dólar de reserva. Si nada cambiara y el BCRA siguiera emitiendo pesos y perdiendo reservas, a fin de año el tipo de cambio de cobertura podría estar alrededor de los $12. Con este valor, el dólar paralelo podría cotizar entre $11.3 y $13.1 pesos a fines de este año y/o comienzos de 2014.
El hecho que la presidente esté enferma y el dólar paralelo suba es mera coincidencia. Esto es fácil de entender por el absurdo...si el vicepresidente fuera bien visto por los mercados y fuera un ferviente propulsor de cambios radicales en materia de política fiscal, monetaria y cambiaria (yendo hacia una mayor prudencia fiscal, combatiendo la inflación y relajando de a poco el cepo), tal vez ante esta misma situación el dólar podría estar bajando. En definitiva, en Argentina el dólar paralelo subiría de aquí a fin de año aunque la salud de la presidente fuera inmejorable y este domingo CFK ganara el maratón de Buenos Aires. Ojalá que la presidente se mejore rápidamente y cambie sus políticas. Ojalá que la presidente recobre toda su salud para que sus últimos dos años de mandato sean los mejores de los ocho. Con buena salud podría despilfarrar menos gasto público, pagar deuda con recursos genuinos, combatir con determinación la inflación e ir relajando el cepo cambiario. Probablemente el dólar baje. Y dicha baja no será porque la presidenta tiene buena salud, sino porque las políticas macro dejaron de estar enfermas y pasaron a ser saludables.
El hecho que la presidente esté enferma y el dólar paralelo suba es mera coincidencia. Esto es fácil de entender por el absurdo...si el vicepresidente fuera bien visto por los mercados y fuera un ferviente propulsor de cambios radicales en materia de política fiscal, monetaria y cambiaria (yendo hacia una mayor prudencia fiscal, combatiendo la inflación y relajando de a poco el cepo), tal vez ante esta misma situación el dólar podría estar bajando. En definitiva, en Argentina el dólar paralelo subiría de aquí a fin de año aunque la salud de la presidente fuera inmejorable y este domingo CFK ganara el maratón de Buenos Aires. Ojalá que la presidente se mejore rápidamente y cambie sus políticas. Ojalá que la presidente recobre toda su salud para que sus últimos dos años de mandato sean los mejores de los ocho. Con buena salud podría despilfarrar menos gasto público, pagar deuda con recursos genuinos, combatir con determinación la inflación e ir relajando el cepo cambiario. Probablemente el dólar baje. Y dicha baja no será porque la presidenta tiene buena salud, sino porque las políticas macro dejaron de estar enfermas y pasaron a ser saludables.
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