El presidente Barack Obama nominará a Janet
Yellen para asumir al frente de la Reserva Federal de Estados Unidos. Había tres candidatos para el puesto: Janet Yellen; James Bullard y Larry Summers. La elección del presidente de EEUU es una excelente noticia para los países emergentes en general y para Argentina en particular, ya que Janet Yellen representa la opción más favorable para nuestro país.
En caso de que
la nominación sea aprobada por el Senado, Yellen sucedería a Ben Bernanke en la
presidencia del Banco Central de EEUU a partir de enero de 2014. A Yellen le espera un importante y nada sencillo desafío, ya que tendría a su cargo el gradual desarme del
estimulo monetario que heredaría de su antecesor.
Nunca en la historia había habido un estímulo
monetario tan grande y tan largo en el tiempo, por ende su desarme es un
desafío novedoso tanto para la teoría como para la práctica de política
monetaria y manejo de Banco Central. Los riesgos no
son pocos. En pocas
palabras, la forma en que se lidere este desarme jugará un rol relevante en el
desempeño económico de EEUU y del resto del mundo en los próximos años.
La ingeniería del desarme será decisiva para los precios de commodities y el flujo de
capitales hacia las economías emergentes. Un lento y suave desarme juega a
favor de Argentina y los emergentes, porque implicaría sólo un suave
retroceso en los precios de los commodities y en el flujo de capitales hacia la
región.
Por el contrario, una agresivo desarme del estímulo monetario probablemente conllevaría a un desplome de los precios de los commodities y de
las inversiones internacionales (IED y de cartera) en las economías emergentes.
En el segundo escenario la tasa de crecimiento de los países emergentes sería mucho más baja que en el primero. Paralelamente, un agresivo desarme del
estímulo monetario conduciría muy probablemente a un aumento estructural del
desempleo en la región, impactando negativamente sobre los progresos
sociales alcanzados en los últimos años.
La labor de Bernanke
A Ben Bernanke
le tocó enfrentar una crisis económica y financiera que en sus orígenes era más
negativa y virulenta que la gran depresión (1929). Justamente, es mérito de Bernanke que en la actualidad esta anterior
aseveración parezca exagera. En 2008 la caída del valor de
los activos financieros, del nivel de actividad económica en EEUU (global también) y
del comercio internacional superaba el derrape de 1929. Paralelamente, en EEUU el descenso de la
demanda agregada también fue más profundo que en 1929.
El mérito de Bernake fue ponerle un inmediato piso a
la crisis. Evitó caer en deflación (caída sostenida y generalizada de
precios) y en depresión económica. Lo logró aplicando una mega política
monetaria expansiva sustentada en una agresiva emisión dinero y política de tasa de interés nominal casi
a cero; algo nunca hecho en la historia.
En pocas palabras, siguiendo las recomendaciones de Milton Friedman y haciendo lo que no se hizo en 1929, Bernanke evitó que el mundo cayera en una crisis como
la de 1929 / 1934. Este accionar y los datos económicos de 2008 / 2013 le dieron la razón post mortem al gran maestro de Chicago, enterrando para siempre el concepto de trampa de liquidez keynesiano.
La agresiva
emisión monetaria evitó la deflación y la tasa 0% procuró abaratar y estimular
el crédito. Este combo de medidas procuró incentivar el adelantamiento del
consumo en detrimento de su postergación para así incentivar la demanda
agregada y el nivel de actividad. Paralelamente, la agresiva emisión monetaria
depreció fuertemente al dólar en el contexto internacional con el propósito de
estimular las exportaciones y la producción doméstica de EEUU. En este marco, la depresión económica pudo
ser esquivada con éxito. El conductor de todo este difícil trabajo deja su
cargo a fines de enero 2014.
¿Cuáles
nombres se sugerían para sucederlo?
Entre los
posibles sucesores de Bernanke se destacaban tres: Janet Yellen (Vice Presidente
de la FED, James Bullard (Presidente de la FED. de St. Louis) y Larry Summers (ex
secretario del Tesoro). Lawrence Summers, ex secretario de Tesoro con Clinton y ex asesor
económico del propio Obama, fue el primer hombre en carpeta. De hecho, el presidente de EEUU nunca ocultó su preferencia por él. Además, su
íntegro entendimiento de la política económica lo postulaba como el favorito
para seguir los pasos de Bernanke. Sin embargo, Summers se retiró por las
importantes reticencias que su candidatura elevaba entre las filas demócratas
del Senado, que no lo querían por haber sido el padre de la des regulación de
los mercados financieros hacia fines de los 90s y principios de los 2000s.
Por otra parte, James
Bullard intentaba alcanzar la silla de la presidencia de la FED con presagios
de un descarrilamiento de la tasa de inflación. Este inconfundible halcón (en
la jerga de los economistas) hubiera liderado una política monetaria considerable
más dura (restrictiva) y en dicho caso los activos financieros, las commodities
y los países emergentes hubieran perdido considerablemente más valor que con
los demás candidatos de la lista de sucesores. Indudablemente, el nombramiento
de James Bullard hubiera representado una mala noticia para los países
emergentes en general y Argentina en particular. Para nuestro beneficio, este
riesgo está descartado.
¿Quién
es Yanet Yellen y cuáles son sus implicancias para Argentina y los países
emergentes?
La nominada
Janet Yellen de 67 años, es economista y actual vicepresidente de la Reserva Federal. Previamente, dirigió la Reserva Federal de San
Francisco (entre 2004 y 2010) donde tuvo que hacer frente a la burbuja
hipotecaria de California y a la quiebra de varios bancos. Esto la llevo a ser
distinguida por su “mano dura con las entidades financieras”, lo cual es un activo frente a las "filas" demócratas.
Yellen es una clara
defensora de las políticas de estímulo monetario.
Desde la vicepresidencia de la Reserva Federal, Yellen ha sido uno de los
principales apoyos de Ben Bernanke en la defensa de los
programas Q1; Q2 y Q3 y en su apuesta por mantener los
tipos de interés en el mínimo histórico hasta que la tasa de desempleo no
quiebre el 6,5%.
La propia Yellen
resumía su punto de vista en una conferencia hace algunos meses: "En la actualidad, creo que el escenario de
riesgos reclama todavía una política monetaria altamente flexible para apoyar
una recuperación más fuerte y un crecimiento más rápido del empleo". En otras palabras, si bien la Reserva Federal de EEUU tiene como objetivo de política tanto el pleno
empleo como el control de la inflación, claramente para Yellen actualmente es más importante el pleno empleo que la inflación.
En un marco en el cual al menos en el corto plazo el objetivo de pleno empleo está por encima del de inflación, que está bajo
control, Yellen desarmaría el incentivo monetario en forma lenta y gradual. El dólar se apreciaría
y la tasa subiría sólo suavemente y en un horizonte temporal largo, lo cual
aseguraría buenos precios de soja (y commodities en general) y crecimiento
respetable en el mundo emergente para 2014 y 2015. En este escenario, la tasa comenzaría subir muy probablemente de a 25 bps y sólo a partir del
tercer o cuarto trimestre de 2014.
En síntesis y
para que quede claro, la nominación de
Yellen es la mejor noticia que pueden recibir Argentina y los países emergentes,
porque asegura una política monetaria altamente acomodaticia para apoyar una
recuperación económica más fuerte y un crecimiento más rápido del empleo. En
este sentido, Yellen lideraría un retiro de los estímulos monetarios mucho más
gradual, lo que permitiría que el dólar no gane valor demasiado rápido y
evitaría que el precio de las commodities, que producen principalmente los
países emergentes, descienda abruptamente.
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