La Importancia de la Soja:
A lo largo de la
última década, nuestra economía se ha tornado cada vez más dependiente de la
soja. Los ingresos provenientes de la oleaginosa son fundamentales para
sostener el nivel de actividad interno y sectorial. La actividad sojera resulta muy relevante para toda la economía real,
sobre todo se convierte en una actividad esencial para las economías regionales
vinculadas a la producción y transformación en harina y aceite y para el resto
de los sectores asociados, como el transporte, el comercio, la industria y la
intermediación financiera.
Pero la soja
también son dólares. Las exportaciones
de soja son el principal canal de abastecimiento de dólares que tiene el
superávit comercial. En términos macroeconómicos, los dólares provenientes
de las exportaciones de soja resultan fundamentales para financiar la demanda
de dólares del resto de la economía y sobre todo, el déficit externo de la
industria y del sector energético. Es decir, la soja brinda las divisas
necesarias para que los sectores productores importen insumos y bienes de
capital necesarios, que además de ser muy inelásticos suelen ser difíciles de
sustituir localmente. Es más, la estrategia de mantener el superávit comercial
agregado en torno a los 7.000 millones de dólares, hace que el “grifo” de las
importaciones resulte cada vez más dependiente de los dólares que ingresan por
exportaciones.
La soja también
es fundamental para los ingresos fiscales del gobierno nacional que recauda el
35%[1]
del valor exportado. Y en menor medida para las provincias, que reciben el
Fondo de la Soja[2]
con el cual financian (exclusivamente) obra pública. Puntualmente, para el
Gobierno Nacional, las retenciones del complejo sojero, que incluye recaudación
por exportaciones de poroto, de harina y de aceite, representan el 50% del
ingreso por impuestos al comercio exterior; a la vez que alcanzan un 5% de la
recaudación del año. Para las Provincias, los ingresos provenientes del fondo
sojero[3]
representan el 20% del gasto en capital[4] y más
del 4% del gasto en personal. En resumen, la soja es la única fuente genuina de
divisas de la cual dispone tanto el sector público (nacional y provincial) como
el sector privado, siendo el único proveedor de dólares para un sistema
económico en el cual todos los restantes sectores son verdaderas “aspiradora de
dólares”.
Entendiendo por qué caerá más la Soja:
El precio internacional de
la soja cayó y seguirá relativamente bajo en lo que queda de 2014 y 2015. Esta caída es explicada por una esperada
abundante oferta del poroto y una suave pero irreversible alza del poder
adquisitivo del dólar que continuará en los próximos años. La tonelada de
oleaginosa pasó de cotizar usd 550 (mayo’14) a usd 360 (para su contrato más
cercano de noviembre’14). Adicionalmente y para presionar más hacia la baja
sobre la cotización, está ingresando al mercado la cosecha americana, que se
estima será record.
Por lo tanto, a partir de hoy la
economía Argentina se deberá adaptar a precios de soja en torno a los 380
dólares la tonelada, un 25% más bajo que los usd 513 promedio registrados entre
los años 2011 y 2013.
Mucha Oferta y demanda insuficiente: El USDA (Departamento de Agricultura de Estados Unidos) estima que la
producción mundial de soja de la campaña agrícola 2014/2015 será de 311
millones de toneladas, un 10% más que el año anterior. El ranking de producción
lo encabeza Estados Unidos con 106 millones de toneladas, seguido por Brasil
con 94 millones y la Argentina con 55 millones de toneladas. El principal
impulso en la oferta proviene de la cosecha americana que será un 19% más alta
que la campaña anterior; la mitad de este aumento de volumen responde a una
mayor área sembrada y la otra mitad restante a un avance en los rendimientos
del cultivo propulsados por el buen clima.
El aumento del área sembrada de soja responde a los altos precios de la
soja con respecto al maíz (2,7 veces ver grafico), que incentivan a los
productores a sustituir siembra de maíz por soja. Este comportamiento se vio en
EE.UU. y se espera que se replique en la siembra de Brasil y Argentina que se
inicia en septiembre de 2014. De ser así la oferta de soja seguirá siendo
abundante en 2015, de no mediar eventos climáticos adversos en Sudamérica.
Específicamente, el precio del maíz cayó mucho porque se lo demandó menos para
producir el combustible etanol, por
efecto de la caída en los precios de combustibles fósiles en EE.UU.
La demanda mundial de soja
sigue firme con un incremento del 5.4% en forma interanual. Pero este
incremento no alcanzaría para absorber el aumento de la oferta (10%), por lo que se prevé un aumento del 35%
anual del stock de soja, hasta alcanzar las 90 millones de toneladas. En
términos relativos, la soja almacenada
en silos alcanzará el record de 32% del consumo anual del poroto para el ciclo
2014/15; abundancia que presiona sobre los precios.
Cambia la FED, se refuerza el dólar, baja la soja: La pérdida de poder adquisitivo del dólar (PAD) de Estados Unidos en
(2002-2007) y (2009-2011) fue un factor decisivo para que los precios de las commodities en general, y
soja en particular, alcancen niveles record medidos en dicha moneda. Si el
dólar vale menos en el mundo, los precios de las commodities valen más en
términos de esa moneda. Esta depreciación del dólar fue impulsada por una
política monetaria extremadamente flexible de la Reserva Federal, que inundo de
liquidez en dólares al mundo.
Pero a partir de 2012, el PAD revierte su tendencia a depreciarse y vuelve
a recuperar valor suavemente. La mejora en las perspectivas económicas de
EE.UU. comienza a anticipar un retiro de los estímulos monetarios que provocan
esta abundancia de dólares en el mundo. Diversos
indicadores señalan que el crecimiento económico de la economía de EEUU se está
acelerando. Se espera que su tasa de crecimiento crezca de 1,9% (2013) a 2,8%,
3% y 3,5% en 2014, 2015 y 2016 respectivamente.
En diciembre de 2013, la mejora de los indicadores económicos de Estados
Unidos llevó a que el comité de política monetaria decida recortar en USD
10.000 millones por mes el monto de inyección del programa de estímulos
monetarios denominada “Quantitative-easing 3 (QE3)”. Siguiendo este sendero, se pondría fin al
programa mensual de compras de activos financieros (QE3) en octubre de 2014.
A su vez, para 2015 la FED
decidiría subir su tasa de interés de corto plazo, que hoy se encuentra en un
mínimo histórico de 0,25% anual. La mayoría de los miembros del
comité de política monetaria de la Reservas Federal avalan esta postura. La
expectativa esta puesta en que la tasa se incremente entorno al 1% y 2,5% en
2015 y 2016 respectivamente.
Si la performance de la
economía americana continua por este sendero de mejora, es esperable que el
poder adquisitivo del dólar siga subiendo y los precios de commodities en
general, incluyendo la soja, sean presionados a la baja.
Puntualmente para
nuestra economía, la caída del precio de la soja tiene su impacto más
relevante en el superávit comercial
principalmente y en menor medida en la recaudación tributaria. Una soja de aproximadamente usd380 la tonelada
implicaría una caída del valor de las exportaciones de usd4.000 MM, lo cual conduciría
prácticamente a la desaparición del superávit comercial, que el gobierno, con
más trabas y menor actividad, lograría sostener en usd2.300 MM en 2015.
[1]Retenciones
a las exportaciones. El 35% al poroto y el 32% al harina y al aceite de soja.
[2]Formado
por el 30% de lo que se recauda en concepto de retenciones
[3]El fondo
Federal Solidario absorbe el 30% de las retenciones del poroto, harina y aceite
de soja.
[4]Dentro
del gasto en capital se incluye la obra pública.
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